En principio diremos que nadie en su sano juicio puede dudar que UNL tiene un equipazo, lo que debe quedar claro es que no necesita para ganar partidos la ayuda inconmensurable del personaje que tuvo la tarea de arbitrar.
En un primer tiempo parejo, la U se fue al descando con un gol de ventaja merced a un golazo de Camargo.
El 2do. tiempo arrancó con Pucará al ataque y dominando el juego, hasta que apareció un jugador inesperado que desequilibró como nadie lo había hecho, un tal Manuel Sanchez, quien entre otras cosas no vio 2 claras manos de jugadores de la U en la puerta del área y en la contra aplica roja directa a Barraza por una falta comun del juego. Pero no termina allí, permite golpes arteros de Dagametti y Camargo sin actuar y luego expulsa en una jugada dividida a Drunday también con roja directa.
Con dos jugadores menos y 1 gol abajo, pero con unos tremendos huevos conseguimos empatar a través de Marchini que convierte luego de un claro penal de López a Molina.
La U comienza a jugar mejor y hace valer los dos jugadores de más. En uno de sus ataques, Arredondo recibe solo y define alto y arriba poniendo el partido 2 a 1.
Parecía todo definido, pero no. Sánchez adicionó 6 minutos y en el sexto minuto Emiliano Labandera consigue el empate con un disparo desde el borde del área. Todo era fiesta, hasta que....Sánchez hizo otra de las suyas. Adicionó un minuto más y jugó tres, lo necesario para que la UNL convierta. En fin, menos mal, sino todavía estaríamos en la cancha....íbamos a jugar hasta que la U convierta. Un detalle más, Pucará movió desde la mitad y sonó el silbato final. Esperemos que el Sr. Carreño ponga énfasis en desterrar este tipo de arbitrajes de las canchas que tan mal le hacen al fútbol amateur.
Párrafo aparte para Julio Mazzón que parece haberse olvidado de sus orígenes, pero bueno que se podía esperar....
No hay comentarios:
Publicar un comentario